31 mayo, 2008

Ciudadano, casos de la vida real.

Foto: Daniel Goel. Noviembre 2007.
En la carretera salida de Oaxaca durante un retén.

Escazas veces veo la televisión. Hace ya más de un mes oprimí el botón <On/Off> situado en la parte inferior izquierda de la caja negra.

El que no tiene sistema de cable solo puede ver cierta programación por televisión abierta. La que no es privada, la que no cuesta, la del "pueblo" (los que tienen T.V, en esta era de globalización... todos cuentan con una o hasta más).

No había nada bueno que ver, pero la dejé encendida. 10:00 p.m. Canal 2 -el de las "estrellas(1)"-. Estaba un anuncio: Una familia que felizmente viaja por la carretera y son detenidos por los amables y muy serviles
militares encargados de la protección de la ciudadanía. Revisan el automóvil de la familia porque "están combatiendo el narcotráfico por seguridad de la -otra vez- ciudadanía", todo lo encuentran bajo control. La menor de la familia regresa corriendo con el militar después de que este les indica que pueden retirarse y que todo está bien, coloca en manos del hombre su juguete, regresa al carro y su mamá le pregunta: ¿Por qué le has regalado tu muñeca? -Porque nos está cuidando- responde la niña.
----FIN DEL ANUNCIO----

Canal: "LA VIDA REAL". No me refiero a la Sra. Silvia Pinal, sino, al ca
nal de siempre, el que se vive día a día y que dura 24 horas. En el que los protagonistas no son los astros, sino los terrestres, los que a base de chingadasos tienen que aceptar un mísero sueldo que a penas alcanza para ir rumbo al trabajo en un sistema de transporte deficiente.

Durante este mes del canal tuve la oportunidad de conocer uno de los estados más hermosos de nuestro país, Oaxaca, este estado que ha vivido durante mucho tiempo bajo una represión política. Andar a lo largo de sus calles donde hasta sus paredes gritan con distintas tipografías: ¡FUERA DE AQUÍ U.R.O! Ese mismo mensaje lo piden las paredes de las iglesias, los vidrios de los bancos y comercios, y se ve en la mirada de cada uno de los que habitan en esa fascinante pero tan amordazada ciudad y que han sido golpeados y/o d
esaparecidos por expresarlo por medio de su boca. Dentro de su mercado habían policías con overoles grises de la tan prestigiada marca "P.F.P."; aquí, en el Distrito Federal "la ciudad de la (des)esperanza" veo transitar a diario camionetas con cuerpos policiácos, camiones verdes con militares, imponiendo así, un nuevo "Record Guinness" como las personas más vistas en distintas partes de la ciudad, ¡hasta 4 veces por día!. Su ambición de no ser eliminados de su record hace que ahora se crean aves y puedan verse dentro de helicópteros volando a baja altura sobre la universidad en la que estudio.

Felipe Calderón, presidente oficial y NO electo por la mayoría de la ciudadanía no ha hecho más que imponer poco a poco una atadura a toda la sociedad.

Otro día, rumbo a la universidad, entré al metro. Me dirigí a comprar mi respectivo par de boletos, el de ida y el de regreso (si es que corro con la sue
rte de regresar). Atrás de mí, varias personas sujetando una bocina negra de sus torsos y con maletas llenas de discos musicales, hablaban sobre cuantas faltas tenían por no asistir a sus "juntas de trabajo". Dejando atrás los torniquetes de acceso en espera del próximo tren en los pasillos de las estaciones y por debajo de los señalamientos de No Fumar, se pueden ver carteles que promueven el castigo de vendedores de discos dentro de los vagones. Un olor hace que voltee hacia mis lados hasta conocer su procedencia: un cigarro en boca de una de esas personas poseedoras de bocinas al momento en que saludaba amigablemente a un policía encargado de la vigilancia y el orden dentro del subterráneo. Este le respondía de igual manera mientras se dirigía a charlar con los demás policías. No hubo conflicto por infringir las reglas establecidas, se convirtieron en amigos (obviamente es el resultado de un encuentro diario). Esta es la clara evidencia de que los vendedores de discos están organizados y que son liderados por una mafia que controla sus ventas.

Todo esto me hace pensar en el lugar que ha quedado la sociedad civil, aquella que surgió un 19 de Septiembre de 1985 por la inexistente respuesta del gobierno ante una de las mayores catástrofes naturales. ¿Cuántos terremotos tienen que volver a ocurrir para unirnos de nuevo? Si en vez de apoyar una mafia, nos ORGANIZÁRAMOS de la mejor manera para luchar en contra de la corrupción, para exigirle a los medios de comunic
ación masivos una información clara y verás, para detener a la militarización de una manera NO VIOLENTA, de esta manera le diríamos al gobierno que ¡¡¡NO SOMOS PENDEJOS!!! y lograr un golpe limpio a la represión.

Yo SÍ tengo miedo de caminar por las calles de la ciudad, yo SÍ he sido víctima de varios intentos de extorción por parte de la policía.Soy una víctima más del abuso de autoridad por parte de los que están encargados de cuidarnos y proteger nuestra seguridad.
YO SÍ QUIERO UN PAÍS que me deje andar libre sin importar la hora en que YO DECIDA regresar a mi casa. Pues afuera de ella es el lugar en el que he sido víctima de sus abusos en un rango de 10:30 de la noche a 12:00 am.


¿Acaso Felipe Calderón no es un terremoto que ha afectado a todo el país?


(1)"estrellas": Los que solo pertenecen a ese pequeño universo de gente pudiente, a los que les pagan una gran cantidad de dinero por hacer cuanta mamada se les ocurra con tal de - que no pienses en los problemas sociales- que te pases un rato agradable y seas conocedor de los espectáculos de aquellos que se hacen llamar "artistas". Trabajan en grandes compañías televisoras mediatiz
adas en función del gobierno "democrático" (democracia de unos cuantos -de esos que solo pertenecen a ese pequeño universo-).

"Queremos Políticos Presos"
Foto: Daniel Goel. Noviembre 2007.
Puerta de un edificio de Oaxaca.